martes, 22 de abril de 2008

Saludo de Bienvenida



Usuarios, bloggers, y opinólogos de la red:

Les damos una cordial bienvenida a este nuevo espacio de información en donde podremos debatir y opinar acerca de los principios del anarquismo, su desarrollo y su papel en la actualidad. Intentaremos ser lo más objetivas posible, con el fin de entregar documentos fidedignos para una mejor compresión.

Saluda atte,
"el staff anarquista"

PD: Esperamos su apoyo y respeto con nuestro trabajo.

Objetivos

Como grupo pretendemos llegar de manera directa y abierta al público, centrándonos en 7 objetivos, que son:
  1. Definición e inicios del Anarquismo
  2. Causas del movimiento
  3. Derivados del anarquismo
  4. Principales exponentes
  5. Anarquismo en el siglo XX
  6. Evolución teórica
  7. Exponer una opinión personal
Es importante destacar que no es nuestro fin pasar a llevar la ideología de cada uno, ni mucho menos imponer ésta.

Introducción


Si buscamos en el diccionario de la Real Academia Española (RAE) encontraremos que el Anarquismo es una "doctrina que propugna la desaparición del Estado y de todo poder" . Empero si nos apegamos al significado etimológico de la palabra podemos decir que la palabra "anarquía" proviene del prefijo griego αν (an), que significa no, y la raíz del verbo αρχω (arkho), que sería jefe

Ahora bien, esto es sólo una concepción global y bastante escueta de lo que plantea este movimiento.

Los anarquistas creen que el mayor logro de la humanidad es la libertad del individuo para poder expresarse y actuar sin que se lo impida ninguna forma de poder, sea terrena o sobrenatural, por lo que es básico abatir todo tipo de gobierno, luchar contra toda religión o secta organizada, en cuanto que éstas representan el desprecio por la autonomía de los hombres y la esclavitud económica. Combatir al Estado como entidad que reprime la auténtica libertad económica y personal de todos los ciudadanos se convierte en una necesidad inmediata y la desaparición del Estado se considera un objetivo revolucionario a corto plazo.

El primer uso conocido de la palabra "anarquía" aparece en la obra Los siete contra Tebas (467 aC) de Esquilo, donde Antígona rechaza aceptar el decreto de los gobernantes de no enterrar el cuerpo de su hermano Polyneices, como castigo por su participación en el ataque a Tebas, diciendo que "Incluso si nadie más estuviese deseoso de compartir el entierro de él, yo lo enterraré sola y tomaré el riesgo que significa enterrar a mi propio hermano. Ni estoy yo avergonzada de actuar desafiante en oposición a los gobernadores de la ciudad (ejous apiston ténd anarjían polei)".

La antigua Grecia también vio el primer ejemplo de anarquismo occidental como un ideal filosófico, en las ideas del filósofo Zenón de Citio quien "repudiaba la omnipotencia del Estado, su intervención y regimiento, y proclamó la soberanía de la ley moral del individuo", según Kropotkin.

La visión de Zenón de una comunidad libre sin gobierno era opuesta a la utopía de Estado de Platón, argumentando que aunque el instinto necesario de la propia conservación conlleva al humano al egoísmo, la naturaleza ha suministrado un remedio para este mal por medio de otro instinto: la sociabilidad. Como algunos anarquistas modernos, Zenón creía que si las personas seguían sus instintos, no necesitarían de leyes, cortes de justicia, policía, dinero, templos ni actos de fe.

Pierre Joseph Proudhon, escritor francés del siglo XIX, ha sido considerado desde una perspectiva histórica el padre del sistema denominado anarquismo filosófico. Según Proudhon y sus partidarios, el anarquismo excluiría la autoridad como criterio rector de la sociedad, estableciendo el individualismo en su grado máximo. Los anarquistas filosóficos, sin embargo, repudian los métodos violentos y esperaban que la sociedad evolucionara hacia una organización anárquica. Los anarquistas que rechazan las teorías de Proudhon mantienen que el desarrollo humano progresa mediante la cooperación social, y que ésta no puede ser nunca voluntaria por entero.

Otra escuela del anarquismo, basada en la acción organizada e incluso en actos de terrorismo para conseguir sus propósitos, se escindió del movimiento socialista y apareció hacia finales del siglo XIX.

La tendencia anarquista que propugnaba la acción directa fue la más conocida. Por otro lado, las ideas colectivistas de Bakunin fraguaron el desarrollo del anarcosindicalismo, especialmente en Italia. Las actividades de dirigentes como Enrico Malatesta o Giuseppe Fanelli, permitieron la formación de sindicatos, en especial en las ciudades más industrializadas, y la difusión de sus ideas en América o en España.











Pierre Joseph Proudhon
Uno de los pensadores políticos más destacados del siglo XIX, Proudhon influyó tanto en el socialismo como en el anarquismo. Hijo de campesinos, concibió una sociedad de relaciones fraternales, una vez abolidos los más altos organismos de gobierno. Famoso por considerar la propiedad como robo, fue un pensador pacifista con muy poca inclinación a la violencia. Fue amigo del pintor francés Gustave Courbet, que le hizo este retrato.
Enciclopedia Encarta
Erich Lessing/Art Resource, NY






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Mijaíl Alexándrovich Bakunin
El pensamiento anarquista del aristócrata ruso del siglo XIX Mijaíl Alexándrovich Bakunin fue una verdadera filosofía de la naturaleza y del hombre que él mismo se encargó de difundir por toda Europa.
Enciclopedia Encarta
Roger Viollet/Getty Images






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En el primero de los casos, la llegada de inmigrantes de origen italiano estimuló la formación de organizaciones anarcosindicalistas, que fueron reprimidas con gran dureza en E.E.U.U., donde fueron ejecutados anarquistas de origen italiano (como Nicola Sacco y Bartolomeo Vanzetti) de forma arbitraria, ante las protestas internacionales.

En Latinoamérica emigrantes anarquistas de origen italiano y español contribuyeron a la formación de centrales sindicales como la Federación Obrera Regional Argentina (FORA) fundada en 1901. En México la labor de Ricardo Flores Magón y de sus hermanos Jesús y Enrique contribuyó a la expansión de las ideas anarcosindicalistas que coincidieron en algunos puntos con el movimiento revolucionario campesino de Emiliano Zapata.

Causas del Movimiento

Fragmento de La represión del terrorismo anarquista (1890 - 1900), por José Luis García Mañas.

1. Causas del movimiento anarquista

A la hora de analizar las causas que llevan a algunos elementos anarquistas aislados a llevar a cabo diversos atentados terroristas hemos de tener en cuenta algunos elementos profundamente interrelacionados: el cierre de los sistemas políticos al movimiento obrero, la represión de dicho movimiento obrero por parte de los gobiernos de los diferentes países y la teoría de la "propaganda por el hecho".

La aparición del sistema capitalista en Europa Occidental y en América da lugar a una importante sobreexplotación de los obreros por parte de las empresas de las zonas industriales. No son extrañas jornadas laborales de diez a doce horas en ínfimas condiciones higiénicas y de protección frente a los innumerables peligros inherentes a algunos trabajos. A esta situación no son ajenos niños y mujeres, cuyas jornadas laborales son similares a las de los hombres. A estas condiciones de trabajo acompañan sueldos de miseria que a duras penas permiten satisfacer los gastos de manutención de las familias. Las condiciones de alojamiento de estas familias no son mejores. La situación se agrava debido al desconocimiento de una planificación familiar, lo que origina que la mayoría de los matrimonios tenga multitud de hijos, que a duras penas pueden mantener en aceptables condiciones hasta llegar a una edad en la que pueden trabajar, edad que en muchos casos es muy temprana (ocho o diez años en la mayor parte de los casos). Como consecuencia de semejantes condiciones de vida, la mortalidad es muy alta, así como la mortalidad infantil y se dan importantes brotes epidémicos.

Las condiciones de trabajo en el campo no son, en general, mucho mejores. En zonas, como Andalucía, en las que tendrá gran incidencia el anarquismo, la propiedad de la tierra está enormemente concentrada. La gran mayoría de los campesinos carece de tierra propia y trabajan como jornaleros en las tierras de grandes terratenientes, poseedores de la mayor parte de la tierra (latifundios). Las jornadas laborales son igualmente largas (no es extraño encontrar jornadas "de sol a sol") y duras, pero con el agravante de la temporalidad. Sólo se trabaja durante las épocas del año en que hay alguna labor que hacer en el campo. Durante el resto del año (aproximadamente la mitad) se malvive con el sueldo de la parte del año en que se ha trabajado.

En estas condiciones no es nada extraño el nacimiento de un vigoroso movimiento obrero, que tiene orígenes en la época de la Revolución Francesa, e incluso antes, pero cuyo desarrollo y expansión se produce durante el siglo XIX, acompañando al desarrollo del capitalismo. Es por ésto que el movimiento obrero tendrá fuerza donde exista un sistema económico capitalista, no únicamente industrial (como en la mayoría de los casos), sino también agrícola. No creo necesario exponer aquí con detalle las principales corrientes socialistas, llamadas utópicas, que configurarían posteriormente el socialismo y que darían lugar a la fundación de la Asociación Internacional de Trabajadores (A.I.T. o I Internacional) en 1864. Con la fundación de la Internacional se culmina el proceso de formación de las diferentes corrientes obreristas, cuyo objetivo es realizar una revolución que de lugar a una sociedad más justa, sin clases sociales, en la que los obreros tendrían un papel dirigente y en la que el reparto de beneficios sería más justo. No obstante, las divergencias no tardarían en aparecer y durante la celebración del congreso de La Haya (1872) los "antiautoritarios", partidarios en su mayoría de la desaparición del estado (Bakunin), son expulsados por los "autoritarios", que propugnan la conquista del estado (Marx). La consecuencia sería la división en dos Internacionales, que no tardarían en desaparecer.

Había diferencias claras entre el grupo de autoritarios (que luego serían llamados "socialistas") y el de antiautoritarios (luego llamados "anarquistas"), pues los autoritarios eran partidarios de conquistar el estado capitalista para transformarlo tras un periodo de transición en un estado dirigido por las clases trabajadoras y los antiautoritarios, en cambio, estaban en contra de la existencia de cualquier estado, aunque se autotitulase partidario de los trabajadores, pues estimaban que los estados acabarían desnaturalizando su naturaleza inicial para convertirse en estados represivos, igual a los existentes. Como consecuecia, los antiautoritarios eran partidarios de la absoluta libertad del individuo, sin ataduras a ningún estado que pudiera condicionarla.

No obstante, también entre los antiautoritarios existían diferencias de criterio que se concretaban en la oposición entre los anarcocolectivistas, partidarios de agrupaciones obreras defensoras de sus intereses comunes (sindicatos) precursoras de la organización postrevolucionaria, y los anarcocomunistas, partidarios de una organización comunal tras la revolución y especialmente cuidadosos con la independencia del individuo.

La actitud inicial de los diferentes gobiernos ante la organización de los trabajadores frente a los manifiestos abusos de los empresarios será la de reprimirla. Esta represión será aún mayor cuando se produzcan huelgas en protesta por las condiciones de trabajo. En ningún momento se intenta analizar objetivamente qué es lo que mueve a los obreros a manifestarse contra su situación y a buscar una solución diferente de la policial. Los estados liberales se cerrarán ante el movimiento obrero, impidiendo su entrada al sistema. No sólo se situará fuera de la ley a las organizaciones obreras, obligadas así en muchas ocasiones a la clandestinidad, sino que se cerrarán sus órganos de expresión (serán clausurados gran número de periodicos) y se llegará incluso a falsear el voto en algunos países.

La represión de las manifestaciones obreras en algunas ocasiones tendrá una violencia física importante. Los instrumentos de la represión serán las fuerzas del orden (policía, ejército.). La represión generada en muchas ocasiones llegará incluso a la desarticulación operativa del movimiento obrero, que tendrá enormes dificultades para desenvolverse y se verá abocado a la clandestinidad en numerosas ocasiones, especialmente cuando el poder caiga en manos de los más conservadores. Como consecuencia el movimiento se contrae y se reduce en gran medida.

En 1881, en una situación general en Europa similar a la descrita se produce el congreso obrero de Londres, promovido por los antiautoritarios. En dicho congreso se apuesta por la promoción de la "propaganda por el hecho", basada en el uso de la violencia para llamar la atención sobre las desigualdades y para crear una situación de terror que produzca una espiral de violencia que acabe en la Revolución. Precedentes en los que se basan para realizar tal propuesta son los atentados realizados en los años precedentes contra Alfonso XII de España (1878 y 1879), Humberto I de Italia (1878) y Alejandro II de Rusia (1881). Como consecuencia, se producirá una escalada de atentados anarquistas (no en todos los casos) que dará lugar a una fuerte represión del anarquismo que en algunos lugares, como en España, tendrá extremos de sadismo.

La represión desatada contra el anarquismo durante este periodo alimentará a su vez las ansias de venganza de algunos anarquistas a la vista de la persecución de que son objeto sus compañeros, en algunos casos inocentes. Esto es especialmente importante en aquellos lugares en que, como en España, la represión adquiere tintes especialmente dramáticos, no sólo por su injusticia, sino también por su indiscriminación. Posiblemente si el anarquista Angiolillo no hubiera leído los encendidos relatos que los presos de Montjuïc realizaron sobre las torturas allí realizadas, no hubiera tomado la determinación de acabar con la vida del presidente del consejo de ministros español. Este deseo de venganza entre los anarquistas será especialmente fuerte tras la ejecución de un compañero. Meunier o Henry serán otros ejemplos.

Podemos añadir entre las causas de la violencia anarquista la actuación de agentes provocadores, cuya presencia es más que constatable en varios atentados. Los gobiernos buscaban con estas acciones crear confusión para poder llevar a cabo así una acción más "eficaz" contra unas ideas manifiestamente contrarias a sus intereses.

Fuente: La represión del terrorismo anarquista (1890 - 1900), por José Luis García Mañas (Historiador)

¿Qué plantea la ideología anarquista?

En sus inicios, el anarquismo era visto como un movimiento de tipo ateo, y hasta el día de hoy sigue siendo relacionado, sin embargo, no se puede demostrar de que esto sea intrínsecamente necesario, aunque no descartamos que en algunas escuelas se plantee una postura atea.

Lo que sí es real y viene directamente del pensamiento anarquista es lo que ellos consideran como una sociedad libre. Se plantea que sin un estado, la sociedad se encontraría en una situación de libertad plena para organizarse según sus propios fines y se dará paso a una sociedad más tranquila y equilibrada que la actual.

Pero para ahondar más en este tema es necesario focalizarnos en diferentes polos, los cuáles presentaremos a continuación.

Aspectos económicos, sociales y políticos.

El anarquismo, como movimiento político, se fundamenta en la no sumisión de la sociedad ante un sistema de gobierno, lo que significa que rechazan la existencia del Estado, proponiendo una especie de autogobierno y a la ampliación del término soberanía personal, con la formación de sindicatos, por lo que tampoco participan de el juego electoral y la vida parlamentaria.

Económicamente el anarquismo sigue un modelo que se configura por medio de la defensa a la propiedad privada obtenida por un acuerdo entre todos, siguiendo una normativa establecida, pero en su mayoría se basan en el respeto a la propiedad ajena y legítima de quien la trabaja siendo así está crucial para el desarrollo de la economía de autogestión. En el caso de los asociados, un anarquista será aquel que se represente a sí mismo y por sí solo ante su organización. Es aquí donde surgen conceptos como, autogestión, derecho conmutativo, autonomía, democracia directa y autodefensa.

En el ámbito social, busca la equidad así como también cuando lo hizo en sus principios al querer reivindicar la situación de pobreza por la que pasaba la mayoría de la población trabajadora del viejo continente.




Inicios y Esencia del Anarquismo


Fragmento de Historia de las ideas políticas.

De Jean Touchard.

Capítulo XVI: sección II.

En los últimos treinta años del siglo XIX el anarquismo alcanzó un éxito considerable en los medios populares y en ciertos círculos intelectuales (muy limitados) de Francia, España, Italia del Norte y Rusia.

Pero hubo muchas formas de anarquismo.

Hubo un pretendido “anarquismo” derivado de Stirner y de su vehemente exaltación del “yo único”. No ejerció casi ninguna influencia en los medios populares.

¿Es preciso mencionar el “anarquismo” de León Tolstoi? Se trata más bien de un moralismo obsesionado por el pecado y deseoso de volver, mediante la humildad, a la ley de Cristo. Casi llega, mediante un rodeo, a condenar la acción voluntaria del hombre, a rechazar las leyes, a abandonarse a un éxtasis místico.

Descartaremos también de nuestro estudio, aun mencionándolo, ese anarquismo libertario que tanto perjudicó a las doctrinas anarquistas, que predica (mediante la palabra o los actos) el asesinato (incluso no político), la unión libre (y no la comunidad de mujeres: ¡odioso comunismo!) y, en general, una perpetua instalación “fuera de la ley” (aunque sean leyes morales). Esta tendencia entra en el campo de lo pintoresco o de la psicología, no en el nuestro.

Mucho más cerca de este campo se sitúa el anarquismo nihilista y terrorista (por lo demás, más “terrorista” que “nihilista”) que sacudió a la Rusia zarista. Sin embargo, ¿merece algo más que una simple mención? En el plano ideológico, sus “héroes” adoptaron o “aplicaron”, siempre bastante confusamente, bien un blanquismo adaptado a la situación rusa, bien un “anarquismo libertario” definido en el Catecismo de un revolucionario, de Netchaiev, bien las doctrinas de la anarquía “positiva” de Bakunin (1814-1876) y Kropotkin (1842-1921).

En realidad, sólo nos interesan estas últimas doctrinas.

A) FILOSOFÍA, POLÍTICA, ECONOMÍA —El anarquismo profesado por Bakunin, Kropotkin y Jean Grave pretende ser, al tiempo, una filosofía de la naturaleza y del hombre y una ciencia total de la vida humana.

El príncipe Kropotkin, enuncia en La ciencia moderna y la anarquía sus postulados filosóficos, derivados de Spencer, Darwin, Cabanis y Auguste Comte. El universo no es sino materia en perpetua y libre evolución: existe una anarquía de los mundos. Esa anarquía de la evolución es la ley de las cosas. Pero esta ley no se impone a las cosas, sino que es su ser mismo. “La anarquía es la tendencia natural del universo, la federación es el orden de los átomos” (Bakunin). Ahora bien, dado que esa materia está animada por esa bella ley de evolución (i. e. de anarquía) inteligente, toda la historia de la materia (de la que el hombre no es más que un elemento) es una “negación progresiva de la animalidad del hombre por su humanidad” (Kropotkin). Por consiguiente, el hombre sólo sigue su propia naturaleza y respeta a la ciencia cuando obedece a esa ley de rebeldía.

Primera deducción: antiteísmo absoluto. Ni siquiera hay que demostrar que Dios no existe o que no es más que un “reflejo”: hay que sublevarse, pues el hombre no puede reconocer ninguna subordinación de su ser. “Si Dios existiera realmente habría que hacerle desaparecer” (Bakunin).

Segunda deducción: “... Rechazamos toda legislación, toda autoridad y toda influencia privilegiada, patentada, oficial y legal, aun salida del sufragio universal, convencidos de que no podría nunca sino volverse en provecho de una minoría dominante y explotadora contra los intereses de la inmensa mayoría sojuzgada” (Bakunin, Dios y el Estado). La razón de la “an-arquia” política es la misma que la del ateísmo: el hombre es bueno, inteligente y libre: ahora bien, “todo Estado, como toda teología, supone al hombre esencialmente perverso y malvado” (Bakunin).

B) CONTRA TODA AUTORIDAD.—Para los anarquistas la ilusión más peligrosa consiste en imaginar que cabe “dejar sitio” al Estado y encontrar una forma de organización del Poder que limite su maldad. Esto equivaldría a admitir la necesidad del Poder como corrección fatal de una naturaleza corrompida del hombre: ¡éste es el pecado de la teología!

Por otra parte, no se puede limitar el Poder. La democracia sigue siendo una “cracia”, la de una mayoría. ¿Y qué mayoría? No la de la masa auténtica en su espontaneidad y en su soberana libertad anárquica, sino la de los representantes, es decir, gobernantes, hombres de poder y de autoridad. Nos encontramos con una de las ideas-fuerzas que fue la verdadera “filosofía inmanente” del proletariado durante el último tercio del siglo XIX: la negativa absoluta a adherirse a toda la teoría jurídico-política del “mandato” y de la “representación”, la desconfianza absoluta, tanto en el personal parlamentario como en la mediación política.

Otra ilusión: la democracia directa. Mentira sutil: en tanto que la masa carezca de capacidad política (Proudhon), sigue siendo un intermediario entre ella y ella misma, y crea en cualquier caso un Gobierno que la dirige.

La negación llega hasta las últimas consecuencias. Los anarquistas rechazan con el mismo vigor los “Gobiernos revolucionarios”, aun siendo “provisionales”: “se hace Estado” en nombre de la revolución y, por tanto, se trabaja por el despotismo y no por la libertad. Toda revolución que se impone mediante un acto de autoridad y mediante la concentración del Poder, aun provisional, crea un Poder que se separa de las masas. El Estado “provisional” sigue descansando sobre la misma “teología” de una humanidad corrompida a la que hay que “salvar” por la vía de la autoridad.

La misma desconfianza conduce a los anarquistas a condenar a todos los partidos políticos, cualesquiera que sean, “en tanto que ambicionan el Poder” y porque tienden siempre a petrificar dentro de sí funciones de jefes.

C) ANTI-INDIVIDUALISMO.—La verdadera doctrina anarquista, aunque rechace toda autoridad, nunca ha sido una exaltación del individuo. El anarquista no es ni individualista ni aristocrático. En el anarquista no hay rastro de desprecio hacia aquello que rechaza: el anarquista no desprecia, odia.

El anarquismo es ante todo, principalmente en Bakunin, una aspiración popular. No combate por el individuo-héroe orgullosamente liberado, sino por la masa popular en su espontaneidad primera, instintiva y brotante. Las masas contra la élite.

Así se explica el papel conferido por el anarquismo a la violencia en la acción de masas. Algunos anarquistas deificarán la violencia, de la que harán un absoluto. Nada de esto existe en los grandes doctrinarios anarquistas. Si no descartan la violencia es por dos razones. Primero, porque es una de las manifestaciones de esa libertad de la naturaleza y de la vida (“El anarquismo es un radicalismo vitalista”, ha dicho acertadamente P. L. Landsberg). En segundo lugar, porque la violencia es el modo de acción de las masas, al menos en tanto que intenten hacer una revolución política antes de hacer la revolución social. ¿Por qué? Porque la revolución exclusivamente política es, o llega a ser, necesariamente burguesa, en beneficio de privilegiados (aunque sean ex proletarios): y en ese caso las masas reaccionan según su ruda naturaleza, con violencia.

D) LA REVOLUCIÓN SOCIAL.—Sobre este punto los anarquistas no “imaginaron” nada muy original. Sus perspectivas son, a grandes rasgos, las de la Primera Internacional: la emancipación económica de los trabajadores debe ser obra de los mismos trabajadores.

La acción económica de los trabajadores, la auto-organización de las masas populares (y no de la “clase” obrera) responden, según los anarquistas, a una verdadera necesidad, poderosamente sentida por las masas. Por esta razón son partidarios del cooperativismo, del sindicalismo y, sobre todo, de esas “Bolsas de Trabajo” creadas en Francia gracias a la iniciativa de Fernand Pelloutier.

El anarquismo tuvo sus desviaciones y sus aberraciones desesperadas, pueriles o sublimes (véase la conmovedora evocación de Víctor Serge: “Méditation sur l’anarchie”, Esprit, abril de 1937). Sin embargo, representa, en su esencia, una cosa muy diferente. Por un lado, fue indudablemente, el signo de una irrupción de las masas populares en la vida política en el momento en que, tras la Comuna de París y en plena agonía del zarismo autocrático, se abatía una formidable reprensión policiaca sobre el proletariado. Fue también una reacción de desesperanza de ese proletariado frente al estadio imperialista del capitalismo. El capitalismo no sólo se defiende bien, sino que contraataca, culmina. Están lejanos los sueños de liberación económica y social. No se realizarán (tal vez... ) más que a costa de un esfuerzo violento, instintivo, cuando todo el proletariado se lance en masa “fuera de la ley”. El anarquismo estaba magníficamente de acuerdo con una sensibilidad de vencidos y desesperados, a los que daba una posibilidad de dignidad. Sin embargo, sólo su inserción en la acción sindical le permitiría no acabar en un callejón sin salida.

Fuente: Touchard, Jean. Historia de las ideas políticas. Traducción de J. Pradera. Madrid: Editorial Tecnos, 1981.

Principales Ideólogos

Uno de los primeros en exponer las ideas anarquistas fue William Godwin en 1793 en su libro "Ensayo sobre la Justicia Política" a raíz del surgimiento de la Revolución Industrial. Sin embargo, como principales ideólogos del anarquismo como teoría coherente debemos mencionar:

1. Johann Kaspar Schmidt (Max Stirner)

Nacionalidad: Alemán
Fecha de Nacimiento: 1806
Fecha de defunción: 1856
Profesión: Educador y Filósofo
Su teoría anarquista se caracterizaba por su oposición tanto al capitalismo como al socialismo de estado. Aboga por una “unión de egoístas” en donde el individuo se asociaría libremente para obtener la libertad y satisfacer sus deseos. Según Stirner estas “uniones multiplicarán los medios del individuo y asegurarán su propiedad amenazada”. Lo que significa que la solidaridad es importante para frenar el poder.
La idea central del anarquismo de Stirner es pues el individualismo. Coloca al hombre primero que al Estado, la propiedad, la ley o el deber. En sus lineamientos no se incluye ninguna propuesta real para cambiar el status quo.
Entre sus principales obras tenemos; “El Yo y lo Suyo” y “El Único y su propiedad”.

2. Pierre-Joseph Proudhon

Nacionalidad: Francés
Fecha de Nacimiento: 1809
Fecha de defunción: 1865
Profesión: Filósofo político y economista
Padre del pensamiento Anarquista.
Afirma que incluir la propiedad como un derecho natural sería una contradicción porque el propietario se atribuye unas riquezas que por origen natural deberían seguir siendo comunes, pues Dios hizo la tierra y de él es la tierra. La propiedad llegaría a destruir la libertad y la igualdad al permitir que algunos individuos acaparen instrumentos de trabajo que existen limitadamente. Luego afirmaba que la propiedad en el conjunto de las funciones sociales es causa de grandes males como de bienes, es la que garantiza la libertad del individuo frente a las presiones sociales; por lo que la institución de la propiedad es una realidad antinómica, fuente de a la vez del despotismo y la libertad. Proudhon proponía no eliminar la propiedad, sino universalizarla, ya que si todos tuvieran una propiedad lograrían garantizar así la libertad.
Proudhon argumentaba que los poderes políticos tienden siempre hacia la centralización y hacia la tiranía. Proudhon quería una libertad que fuese absoluta en todas partes y para siempre, arraigada en un orden social consistente en una organización industrial en lugar de gobierno, de contratos en lugar de leyes, de fuerza colectiva en lugar de fuerza publica, asociaciones industriales en lugar de ejércitos y centralización económica en lugar de centralización política. Quería reemplazar las clases de nobles, burgueses y campesinos, o de hombres de negocio y obreros por títulos generales y departamentos especiales de la industria. Proudhon declaraba que "la verdad y la realidad son esencialmente históricas" y que "el progreso es inevitable", luego continuaba diciendo que "la ciencia y más que la autoridad, tiene la llave del futuro, y ella, más que el egoísmo es la única capaz de establecer la armonía social".
Sus obras principales son “¿Qué es la propiedad?”,"La creación del orden en la humanidad" y "El sistema de las contradicciones económicas o la Filosofía de la miseria"

3. Mikhail Bakunin

Nacionalidad: Ruso
Fecha de Nacimiento: 1814
Fecha de defunción: 1876
Profesión: Oficial subalterno en la Guardia Imperial Rusa
Para Bakunin el anarquismo supone una sociedad libre sin necesidad de gobierno ni autoridad cuyo centro de gravedad se sitúa en el trabajo, el factor de producción, sus medios y distribución. Dicha sociedad se organizaría mediante la federación de productores y consumidores (a nivel de base) que se coordinarían entre sí en confederaciones. No habría necesidad de gobiernos, sistemas legislativos, poderes ejecutivos que monopolicen la violencia, etc.
Bakunin desarrolló, anarcocolectivismo o anarquismo colectivista, una de las escuelas clásicas del anarquismo y corriente de pensamiento acerca de la economía.
Sus obras principales son “Dios y el Estado”, “The Paris Comune” y "The Idea of the State”.


4. Piotro Kropotkin

Nacionalidad: Ruso
Fecha de Nacimiento: 1842
Fecha de defunción: 1921
Profesión: Oficial del ejército y científico
Hace un análisis profundo de la condición social moderna y da una solución integral para que la sociedad futura viva en más armonía. Expone la idea del apoyo mutuo entre los individuos de manera tal que estos puedan desarrollarse y progresar armónicamente, con énfasis de que la competencia es inútil.
Sus escritos más importantes son; “El Apoyo Mutuo”, “La Conquista del Pan”, “Campos”, “Fabrica y Talleres”, “La Ciencia Moderna” y el “Anarquismo”, “Act for Yourself”, “The State: Its Historic Role”.

5. George Sorel:

Nacionalidad: Francés
Fecha de Nacimiento: 1847
Fecha de defunción: 1922
Profesión: Filósofo y periodista
Durante su formación fue un gran analista de las propuestas de Proudhon, Marx y Bergson, entre otros autores. Iniciado en el marxismo, evolucionó hasta convertirse en baluarte de las teorías del sindicalismo revolucionario francés. Su propuesta apunta que las clases proletarias son las responsables del devenir histórico. Expone los métodos que la clase obrera debe utilizar para derrocar al Estado capitalista, siendo la huelga general el motor principal para paralizar la vieja estructura estatal, utilizando los sindicatos. A lo largo de su trayectoria escribió algunos trabajos como "Système historique de Renan", "L´avenir socialiste des syndicats", "Defensa de Lenin" y "Reflexions sur la violence". Éste último se acerca más a la imagen popular del manual anarquista, pues en ella se examinan detalladamente los diversos métodos mediantes los cuales la clase obrera pueda socavar y derrotar al Estado capitalista. Sorel estaba dispuesto a utilizar los sindicatos existentes como instrumento de la revolución, dando origen al término anarcosindicalismo, (Movimiento sindical de carácter revolucionario y orientación anarquista, Real Academia Española).

6. Emma Goldman
Nacionalidad: Lituana
Fecha de Nacimiento: 1869
Fecha de defunción: 1940
Fue líder del movimiento anarquista en Estados Unidos y colaboró estrechamente con el anarquista polaco Alexander Berkman. Después de criticar al gobierno en numerosos discursos, fue arrestada y encarcelada en la ciudad de Nueva York en 1893 acusada de incitación a la rebelión. Tras ser puesta en libertad en 1894, se trasladó a Europa, donde ofreció varias conferencias. Regresó nuevamente a Estados Unidos para exponer sus ideas, y desde 1906 hasta 1917 editó y publicó Mother Earth (Madre Tierra), una revista anarquista mensual. Entre sus obras cabe destacar "Anarquismo y otros ensayos" (1911) y su autobiografía "Viviendo mi vida" (1931).


Derivados del Anarquismo

1) Anarquismo cristiano:
El anarco-cristianismo es la creencia en una autoridad (Dios) encarnado en las enseñanzas de Jesús que somete a los cristianos. Los anarcocristianos por lo tanto sienten que la autoridad en la Tierra como el gobierno, o de hecho el establecimiento de la Iglesia no deberían tener ningún poder sobre ellos.

Los anarcocristianos en general son pacifistas y se oponen a cualquier uso de la fuerza, transacciones económicas y capitalismo y abogan por la resistencia no violenta contra la guerra, la agresión del Estado y el imperialismo.

Ellos creen que todos los individuos pueden comunicarse directamente con Dios y eventualmente unificarse en paz bajo este único Dios. El más famoso defensor del anarcocristianismo fue León Tolstoy, autor de "El reino de Dios esta dentro de ti", donde aboga por una sociedad basada en la compasión, los principios de la no violencia y la libertad.

2) Ecología social:
El anarquismo ecológico, es la lucha principalmente por el medio ambiente y se vincula al movimiento antiglobalización, creyendo además en el uso de la acción directa para la abolición de todas las instituciones y sistemas que atenten contra la salud ambiental del planeta. Generalmente la crítica va en contra de la industria extensiva capitalista, y pero no en contra de la tecnología que supone debe desarrollarse de forma ligera, sostenible y útil para cuidar y regenerar la naturaleza y ayudar a hacer la vida de los seres humanos más satisfactoria. La ecología social es la tendencia ecológica más difundida dentro del anarquismo.

3) Primitivismo:
Mantienen que el cambio de caza-recolección hacia la subsistencia de la agricultura dio lugar a la estratificación social, coacción y alienación.
Ellos optan por volver a una vida "no civilizada" a través de la abolición de la especialización, y abandonar la tecnología.
Algunos, como Theodore Kaczynski, ven únicamente la revolución industrial como un problema.

4) Anarquismo feminista:
El anarcofeminismo ve al patriarcado como la primera manifestación de jerarquía en la historia humana y así mismo, la primera forma de opresión ocurrida en el dominio del sexo masculino por sobre el femenino y por lo tanto rechazan la naturaleza autoritaria del Estado y el capitalismo.
Una figura importante del movimiento y de la literatura anarquista americana fue una mujer Voltairine De Cleyre, hija de emigrados franceses y cuyo aporte como escritora y como poetisa es inestimable.


Anarquismo en el siglo XX

Es probable que el anarquismo no hubiese pasado de ser una simple especulación teórica de no haber existido una serie de activistas que lo impulsaran creando organizaciones vinculadas al movimiento obrero con la pretensión de destruir la sociedad capitalista y el Estado, y cuya fuerza se manifestó desde la segunda mitad del siglo XIX.

Durante el período de la Asociación Internacional de Trabajadores (AIT) las posturas anarquistas estuvieron representadas por los seguidores del revolucionario ruso Mijaíl Bakunin. Sin embargo, sus posturas chocaron con las expuestas por los socialistas seguidores de Karl Marx y, en el V Congreso de la AIT celebrado en La Haya en 1872, los anarquistas fueron expulsados de la Internacional. Desde entonces el socialismo y el anarquismo han discrepado de un modo frontal, aunque ambas ideologías partan de su radical negación del capitalismo. Los anarquistas continúan en desacuerdo con los socialistas por la importancia que le conceden a la libertad del individuo por encima de cualquier limitación, sobre todo, por parte del Estado.

Esta situación y la muerte de Bakunin en 1876 provocaron una dispersión de los grupos anarquistas y una radicalización de sus posturas, que pasaron a defender la llamada “propaganda por el hecho”. Ello provocó una oleada de atentados terroristas que pretendían movilizar una sociedad aletargada. Magnicidios como los de Humberto I, rey de Italia, William McKinley, presidente de Estados Unidos, Jorge I, rey de Grecia y del presidente de Francia Marie François Sadi Carnot, así como otros atentados indiscriminados, fueron expresión de esta orientación estratégica y generaron entre la opinión pública la identificación entre anarquismo y
terrorismo.

España fue uno de los países donde esos atentados fueron más relevantes. El propio rey Alfonso XIII sufrió varios atentados; el más importante se produjo el día de su boda, en mayo de 1906, cuando una bomba lanzada por Mateo Morral provocando varios muertos entre el público asistente.


Desde una perspectiva histórica España fue el otro punto donde el anarquismo arraigó con más fuerza e intensidad. En 1870 quedó constituida inicialmente la Federación Regional Española (FRE) de la AIT, y la prensa obrera empezó a difundirse a través de La Federación de Barcelona o La Solidaridad de Madrid, aunque aún eran organizaciones clandestinas. El triunfo de los anarcosindicalistas frente a los partidarios de “la propaganda por la acción” se manifestó en la creación, en 1881, de la Federación de Trabajadores de la Región Española (FTRE) que acabó disolviéndose tras la dura represión que sufrió después de las actividades de grupos como Los Desheredados o la llamada Mano Negra, descalificados incluso por la propia FTRE.


A comienzos de siglo XX en Cataluña se crea Solidaridad Obrera, de carácter anarcosindicalista. Su actividad vino marcada por los intentos de los anarquistas partidarios de la lucha armada por controlar sus actividades, como respuesta a los atentados que sufrieron por parte de pistoleros de la patronal catalana en la década de 1920, dirigidos por el general Martínez Anido y la fuerte represión durante la dictadura de Miguel Primo de Rivera (1923-1930).


En 1927 y en una reunión secreta celebrada en Valencia se constituyó la Federación Anarquista Ibérica (FAI) como vanguardia revolucionaria del movimiento anarquista. Pero nunca fue una organización centralizada en la CNT sino una serie de grupos que actuaban sin cohesión.


Un destacado anarquista español, Juan García Oliver, declaró al comienzo de la década de 1930 que pretendía “eliminar a la bestia que hay en el hombre”.


Por aquella época, casi millón y medio de trabajadores españoles eran anarquistas pero los afiliados a las organizaciones no pasaban de 200.000. Durante la Guerra Civil española (1936-1939) los anarquistas participaron en los gobiernos central y catalán. Sus experiencias colectivistas agrarias sucumbieron ante la oposición de otras fuerzas políticas de la II República, como el Partido Comunista, partidario de un gobierno fuerte y centralizado que permitiera ganar la guerra.

Evolución teórica

A partir de la década de 1940 los anarquistas sufrieron una dura persecución por parte de los grupos políticos de izquierda internacionalista radical vinculados a los partidarios de Stalin y sus aliados. No obstante, los anarquistas lograron adeptos y una admiración general por su coraje y sentido de fraternidad en todos los combates abiertos y librados en los frentes de Europa y del resto del mundo frente a toda manifestación de autoritarismo y tiranía. Un autor como Manuel Leguineche, estudioso de la Resistencia francesa, escribió en su libro "El precio del paraíso", que tras la derrota de la II República española, los defensores de la Francia Libre capitaneada por el general De Gaulle eran anarquistas españoles, hasta conformar casi el 60% de la organización que luchó contra los invasores nazis. Un carro de combate tripulado por anarquistas españoles (el ‘Guadalajara’) fue el primero en entrar en 1945 en el París liberado de la Ocupación alemana, como Ernest Hemingway atestiguó en sus crónicas.

Sin embargo, es en el plano doctrinal donde se registra un renacimiento del anarquismo, a finales de la década de 1960, con motivo de los levantamientos estudiantiles y obreros que se produjeron en París, Berlín, México D. F. y Berkeley (California). Una síntesis de "socialismo real", como se denominaba a la política mantenida por la Unión Soviética, en aquél entonces, y de sincretismo utópico que integraba las posturas ideológicas más radicales, originaba el llamado "sesentayochismo" (1968), de marcado sello libertario anarquista. De este modo, líderes estudiantiles como los hermanos Cohn-Bendit, jóvenes sindicalistas procedentes del marxismo-leninismo como Rudi Dutschke, filósofos de la Escuela de Frankfurt que lograron huir del nazismo (Herbert Marcuse, Theodor W. Adorno, Max Horkheimer, entre otros), existencialistas como Jean-Paul Sartre, Albert Camus, Simone de Beauvoir y heterodoxos en la órbita del comunismo como Louis Althusser, Nicos Poulantzas y los trotskistas Alain Krivine y Ernest Mandel, además de intelectuales críticos como Noam Chomsky, Angela Carter, Norman O. Brown o Kurt Vonnegut configuraron un espacio ideológico amplio que revitalizó el ansia irrenunciable de los defensores de la anarquía, entendida ésta como sinónimo del ‘orden más perfecto posible’ para la humanidad.

Expresiones Musicales del Anarquista

"A las barricadas", Himno anarquista



"Anarchy in the uk", Sex Pistols



"Do They Owe Us A Living?", Crass




"Raw Power", Iggy Pop



"Politik Kills", Manu Chao




"Anarkía y Rebelión", Fiskales Ad-Hok



"Anarchy in the UK", Sex Pistols cover, Mötley Crüe

Opinión

"Considero que el anarquismo es un movimiento utópico que nunca logrará la aceptación de la mayoría de la gente, porque, si nos damos cuenta, no resuelve los problemas que ha presentado el capitalismo, ya que acentúa la privatización de todos organismos (debido a que no existe un Estado regulador), como la educación. Pienso que éste "sistema de gobierno", por así decirle, acentuaría más la brecha entre pobres y ricos. Sinceramente no creo que la gente sea tan buena como para aceptar y respetar la libertad del otro, y es normal, puesto que es parte de la naturaleza humana; ésta es la razón que me hace pensar en la necesidad de un Estado que proteja a la población".

Daniela Stückrath


“Hoy en día, un movimiento como el anarquismo sería una muy mala opción a efectuar en el tema de política, ya que en la sociedad en la que vivimos, donde todos queremos ser mejores que otros, donde el respeto se pierde cada día y la capacidad de escucharnos unos a otros es casi nula, sería muy complicado que cada uno se rigiera por sus propias normas en lo que los anarquistas llaman “sociedad libre”. Por lo tanto, es necesario un gobierno que nos ampare y que dirija en cierta forma, mediante leyes, nuestro actuar, ya que sin esto el mundo sería un caos”.

Paula Rivera



"No estoy totalmente de acuerdo con algunos planteamientos que propone la anarquía. Una de sus principales ideas, es que propone la desaparición del estado, una sociedad sin un Gobernante que dirija. Creo que en estos tiempos eso es de alguna manera imposible, porque no habrá quién ponga un orden ni quien regiría a la ciudadanía, lo que provocaría un caos y múltiples desordenes que llevarían al país a una decadencia en todo tipo de ámbitos. Me parece que ese concepto de anarquía en estos tiempos es iluso ya que no se puede lograr por mucho que lo quieran e intente. Sin embargo, la anarquía también propone ideas que me parecen muy buenas como la equidad e igualdad social,pero cosas tan extremas como rechazar una autoridad impuesta por un gobierno en un estado o tratar de abolir las leyes es algo imposible y en total desacuerdo".

Carla Yáñez


"Creo que el movimiento anarquista posee interesantes propuestas que ayudarían a resolver muchos de los problemas actuales, como por ejemplo la corrupción. Por esto estoy de acuerdo con esta ideología, ya que considero que que las personas tienen valores propios y la capacidad de regularse por sí solas, respetando las libertades de los demás y sin necesidad de un Estado que regule su actuar, coartando nuestro derecho de ser libres".

Catarina Vásquez


Conclusión


El Anarquismo es una doctrina política que se opone a cualquier clase de jerarquía, tanto si se ha consolidado por la tradición o el consenso como si se ha impuesto de forma coactiva.

Este autogobierno consiste en tener el poder directo sobre cada aspecto de nuestra vida a través de acuerdos económicos, legales y sexuales.

Este movimiento proviene de la idea de que el propósito de la sociedad es incrementar las oportunidades individuales. Para un individuo totalmente aislado, la opción sería, o bien hacer lo que es necesario para permanecer con vida, o morir. En una sociedad saludable, cada individuo hace uso de los otros, y la libertad de elegir es incrementada.

La organización es saludable, siempre y cuando la gente no sea forzada por otras organizaciones a hacer algo que no desean hacer. El liderazgo es saludable, cuando pretendeinnovar lo que otros libremente copian, y no como un eufemismo de ser el jefe.

Las instituciones no saludables socialmente son aquellas que van contra el propósito de la sociedad, forzando alguna gente a actuar contra su voluntad.

El movimiento anarquista nace por los graves problemas que provocó el desarrollo del capitalismo industrial. Al principio, la industrialización se caracterizó por las inhumanas condiciones de trabajo de la clase trabajadora. La explotación infantil, las jornadas laborales de 16 y 18 horas, y la insalubridad y peligrosidad de las fábricas eran circunstancias comunes, siendo us principales ideólogos son: Johann Kaspar Schmidt (Max Stirner), Pierre-Joseph Proudhon, Mikhail Bakunin, Piotro Kropotkin, George Sorel y Emma Goldman.

Esta ideología se divide en: anarquismo cristiano, ecología social, primitivismo y anarquismo feminista.